TERAPIA DE APRENDIZAJE
El aprendizaje nos acompaña en cualquier etapa y momento de la vida, en la escuela, en la forma de relacionarnos, comunicarnos y en nuestros hogares.
El aprender es hacer uso de nuestras experiencias y habilidades para incorporar nuevas y ponerlas en práctica, así que no se reduce al ámbito académico ya que se requiere de motivación, interés y diversas habilidades motoras, cognitivas, emocionales y sociales necesarias para asimilar e incorporar la información brindada en la etapa escolar, resultando un desafío para muchos niños y niñas, como el bajo rendimiento, evitación de las tareas, etc.
DIAGNÓSTICO Y EVALUACIONES
Para atender a estas dificultades, se requiere de comprender el problema y las fortalezas de cada niño, contrastar en qué parte del proceso tiene dificultad, como lo ha resuelto y si repercute en su interacción con el ambiente. Esto, a través de un proceso de evaluación sistemática donde se comparan los resultados con respecto a los esperados en su edad, en todo momento considerando su etapa del desarrollo, ambiente familiar y escolar, personalidad e intereses, con la finalidad de delimitar las necesidades individuales y ofrecer un proceso de intervención acorde a los intereses, habilidades y necesidades de cada niño, haciéndolo divertido y gradual.
Las evaluaciones se realizan a partir de observación clínica, antecedentes, entrevistas a profesores, padres y pruebas psicométricas estandarizadas, realizando un análisis sistematizado de las áreas evaluadas y sus convergencias en los resultados.
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Evaluación de coeficiente intelectual
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Evaluación socio-emocional
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Evaluación de procesos neuropsicológicos
Tratamiento
La terapia de aprendizaje se encarga de comprender los desafíos de aprendizaje individual, así como los patrones y comportamientos que un niño desarrolla para enmascarar y/o compensar algún déficit o dificultad. Dentro de la misma, se busca desarrollar procesos y habilidades cognitivas, al tiempo que se diseñan estrategias de aprendizaje basadas en las fortalezas del niño. Los niños que presentan desafíos que hacen que el aprender les sea particularmente difícil, pueden verse beneficiados de este tipo de terapia.
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Adquisición lecto-escritura
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Estimular procesos cognitivos (atención, memoria, funciones ejecutivas)
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Potenciar el aprendizaje y desarrollo, con adaptaciones individuales necesarias.
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Motivación y creatividad
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Habilidades comunicativas
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Planeación y seguimiento de instrucciones.
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Psicomotricidad