INTEGRACIÓN SENSORIAL
Es el acto de organizar las sensaciones para su uso.
A través de los sentidos obtenemos datos sobre las condiciones físicas de nuestro cuerpo y el medio que nos rodea.
Los sentidos de la vista, el oído, el gusto y el olfato nos proporcionan mucha información, pero los sistemas del tacto, el vestibular y el propioceptivo juegan un papel fundamental en nuestra relación con el mundo.
Al cerebro llega un número infinito de datos sensoriales a través de cada órgano de nuestro cuerpo. Su trabajo es organizar todas esas sensaciones para que la persona pueda moverse y aprender a comportarse de forma productiva.
LAS SENSACIONES NO PARAN DE FLUIR
Cuando las sensaciones fluyen de forma organizada o integrada, el cerebro las utiliza potencialmente para crear percepciones, comportamientos y aprendizajes.
Cuando el flujo de sensaciones es caótico, la vida puede ser como un embotellamiento en hora pico.
Cuando todo este cúmulo de sensaciones está desorganizado, la percepción, el comportamiento y el aprendizaje no suceden de manera fluida, pues el cerebro no hace un buen trabajo para integrarlas y debe hacer mucho esfuerzo para tratar de alcanzar ciertos objetivos y tener respuestas adaptativas.
La integración sensorial...
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Es un proceso inconsciente del cerebro.
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Organiza la información que detectan los sentidos: vista, oído, gusto, olfato, tacto, movimiento, gravedad y posición del cuerpo.
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Da significado a las experiencias clasificando toda la información y seleccionando lo importante.
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Nos permite actuar o responder a una situación que experimentamos de un modo significativo.
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Constituye la base del aprendizaje académico.
Cada niño tiene un perfil sensorial diferente.
Pueden ser hiper sensibles y/o hipo sensibles a ciertos estímulos y esto puede causar diferentes respuestas y conductas.
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Puedo saltar y moverme todo el tiempo.
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Me gusta oler las cosas.
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Me gusta tocarme el pelo o jugar con él.
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Me gusta jugar a mirar, encender y apagar luces.
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Disfruto hacer ruidos constantemente
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No me doy cuenta si mi ropa está mal acomodada.
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Me gusta morder todo.
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No me gusta usar zapatos.
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Me gustan los abrazos, rodar y los juegos bruscos.
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Me encanta tomar riesgos, saltar de diferentes alturas y hasta romper cosas.
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Me dan miedo los brincolines, pasamanos o columpiarme.
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No me gusta que me peinen.
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Odio ciertos tipos de textura en la comida, soy selectivo.
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Me molestan las luces brillantes.
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Me tapo los oídos con ciertos ruidos.
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Soy muy sensible a los olores.
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Soy temeroso y cauteloso al moverme.
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Evito estar descalzo.
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No me gusta que me toquen.
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No tolero ciertas telas en la ropa y las etiquetas pueden molestarme demasiado.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
Para poder determinar si los niños tienen disfunción en la integración sensorial es necesario hacer una entrevista con los padres, cuidadores y maestros y una evaluación especializada. De esta forma podremos tener información válida y específica para realizar un tratamiento puntual e integral.
El tratamiento consiste en sesiones donde el ambiente está diseñado especialmente para las necesidades de los niños, proporcionando y controlando la entrada sensorial de manera que espontáneamente formen respuestas adaptativas que integren esas sensaciones.
"Queremos ayudarles a ser más capaces de aprender cualquier habilidad motora o académica, o cualquier tipo de comportamiento positivo que necesitan en su vida" Jean Ayres
En LAM tenemos personal certificado por la USC Universidad del Sur de California y la WPS Western Psycological Services para realizar esta evaluación y llevar a cabo el tratamiento de Integración Sensorial Jean Ayres.